(defensa.com) La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció el 30 de diciembre los seis centros de pruebas autorizados a realizar ensayos con aeronaves no tripuladas. Están repartidos en seis estados: Alaska, Dakota del Norte, Nevada, Nueva York, Texas y Virginia. El proceso de selección ha durado diez meses, se recibieron 25 propuestas de las que se han elegido seis proyectos, teniendo en cuenta múltiples criterios que incluyeron desde la diversidad climatológica o geográfica. El objetivo final es evaluar como introducir aeronaves no tripuladas (Unmanned Aerial Vehicles o UAVs) de forma segura en el cielo estadounidense antes de 2015, aunque las pruebas se desarrollarán hasta febrero de 2017.

La Universidad de Alaska ofreció varios centros de pruebas en siete zonas climáticas diferentes, trabajará en monitorización, navegación y estándares de seguridad para operaciones con aeronaves no tripuladas.El Estado de Nevada se centrará en procedimientos de control de tráfico aéreo en los que tomen parte aeronaves no tripuladas en entorno civil.

El Aeropuerto internacional Griffiss de Nueva York realizará pruebas de detección y evitación de amenazas (sense and avoidance) para UAS y evaluará la interacción con espacio aéreo congestionado.El Departamento de Comercio de Dakota del Norte se centrará en comunicaciones fiables para UAS.

La Universidad A & M de Texas en Corpus Chisti desarrollará requerimientos de seguridad de los sistemas para los UAVs y las operaciones elaborando protocolos y procedimientos.El Instituto Politécnico de la Universidad de Virginia (Virginia Tech) realizará pruebas de fallos en UAS e identificará y evaluará las áreas de riesgos técnicos y operacionales. Habrá zonas de pruebas en Virginia y Nueva Jersey.

Cada operador gestionará el centro de pruebas y la Agencia Federal velará por que se realicen las pruebas cumpliendo la normativa de seguridad.

La propia Agencia Federal de Aviación calcula que en cinco años podría haber hasta 7.500 aeronaves no tripuladas comerciales en los cielos de los Estados Unidos y calcula que este mercado podría generar hasta 100.000 empleos y facturar en torno a 80.000 millones de dólares.