Durante 2013 participamos en escraches, tratamos de impresionar a nuestros amigos bailando twerking, abusamos del selfies y comimos en gastrobares con la esperanza de ser considerados hipsters. Te presentamos veinte palabras que aterrizaron durante los últimos doce meses en nuestro vocabulario. La mayoría son de reciente creación; el resto, términos ya existentes que hasta ahora no habíamos acomodado en nuestras conversaciones cotidianas.
Bitcoin: Algunos se refieren a él como ‘la nueva fiebre del oro’. Este dinero virtual, cuyo valor se basa en la confianza de los usuarios, permite pagar online desde un libro a la factura del dentista. Y todo ello sin pasar por el banco.
Brostep: Liderado por el artista Skrillex, es el último estilo musical que agita los circuitos más cool. Pertenece al ámbito de la electrónica y “suena como si te gritan en la cara durante una hora”, ha bromeado Rusko, uno de sus antiguos precursores.
Concertinas: Las cuchillas engarzadas en espiral de alambre que adornan las vallas de Ceuta y Melilla. Para el Gobierno, una medida de seguridad pasiva contra los saltos de inmigrantes; para sus opositores, una herida abierta que muestra hasta qué punto Europa se ha deshumanizado.
Coworking: Su definición más romántica alude a un ecosistema de ideas, sinergias y proyectos empresariales. La más práctica, a una fórmula que permite a autónomos compartir un mismo espacio de trabajo con el fin de reducir costes.
Drones: Aviones no tripulados y, últimamente, una de las armas predilectas de Estados Unidos para combatir el terrorismo en países como Pakistán o Yemen. Operados desde la distancia, matan de forma anónima y barata. Sin embargo, sus aplicaciones fuera del terreno bélico son infinitas: desde reparto de paquetes hasta detección de incendios o salvavidas en las playas.
Escrache: La Plataforma de Afectados por la Hipoteca utilizó los escraches a principios de añoEscrache: La Plataforma de Afectados por la Hipoteca lo utilizó a principios de año en España, cuando desplazó sus protestas a las puertas de los domicilios de aquellos a quienes consideraba responsables de su situación. Al Gobierno del PP no le ha gustado esta modalidad de manifestación y anuncia sanciones de hasta 600.000 euros para quien participe en ellas.
Falete (hacer un…): Llevar a cabo un salto de trampolín simple y desde escasa altura mientras se realizan aspavientos como si se tratara de un salto mortal. La expresión surgió en el programa de Antena 3 Splash! Famosos al agua, en el que participó el cantante de dicho nombre.
Gastrobar: Una revisión de los bares de toda la vida que ofrece tapas de autor a precios supuestamente asequibles. Ya existen también gastrocroqueterías.
Harlem Shake: Baile estrambótico y machacón que en primavera protagonizó un gran fenómeno viral en Internet. Al grito de “¡A los terroristas!”, proferido por el rapero Héctor Delgado, los usuarios se grababan participando en una curiosa y repetitiva danza colectiva.
Hipsters: Constituye la última tribu urbana del siglo XXI, esa figura a medio camino entre el hippy y el moderno fashion que hoy en día campa a sus anchas por los barrios del Raval (Barcelona) y Malasaña (Madrid). Por sus barbas, gafas de pasta, bicis y revistas alternativas los reconoceréis.
Marea granate: Flujo migratorio de jóvenes españoles, por lo general bien preparados, que viajan a otros países con el fin de buscarse un porvenir y que se distinguen por el color granate de sus pasaportes.
Misericordina: La medicina que receta el papa Francisco para velar por los frutos de la fe. ¿Su composición? Cincuenta y nueve gránulos para el corazón, una dosis de Corona Divinae Misericordiae y otra de Imago Iesu Misericordis. El ‘naming’ consiste en reabutizar edificios e instalaciones con el nombre del patrocinador
Naming: Hasta los emplazamientos más emblemáticos se tambalean si hay un cheque por medio. Ante el poder del naming, práctica que rebautiza con el nombre de un patrocinador a edificios e instalaciones, han sucumbido la madrileña estación de Sol (ahora, Vodafone Sol), discotecas y festivales. ¿Será el próximo el Camp Nou?
One directioner: Adolescente por lo general de sexo femenino que posee la discografía completa del grupo One Direction, sabe de memoria la letra de todas sus canciones, no le importa esperar largas colas para acceder a un concierto de esa banda y sufre paroxismos nerviosos al tener a sus miembros a pocos metros de distancia.
Phablet: El tamaño importa. Al menos, en el mundo de la tecnología. El phablet es una minitableta, es decir, un smarphone gigante. El Samsung Galaxy Note abrió a la veda hace un par de años. Ahora, nuevos agentes, entre ellos el Xperia Z Ultra, se suman a la contienda.
Postureo: Pose, preocupación por la imagen. Los hipsters (ver más arriba), devotos del mundo de las apariencias, lo practican sin complejos.
Precariado: Combinación de las palabras precario y proletariado. Denuncia las difíciles condiciones salariales a las que hoy se enfrentan numerosos trabajadores. Inspiró una entrega del programa de Jordi Évole, Salvados.
Selfies: Según el Oxford Dictionary, la palabra del año. Consiste en fotografiarse a uno mismo con el móvil para compartir después esas imágenes en Internet.
Twerking: Rítmicas y veloces sacudidas de nalgas con las que Miley Cyrus escandalizó al público de la última gala de los premios MTV Video. Beyoncé y Rihanna son otras de sus precursoras.
Vapear (también, vapeo): Dícese del acto de fumar cigarros electrónicos, los cuales funcionan mediante inhalación de vapor. Hoy luchan contra una campaña de descrédito que sostiene que este hobby no es tan inofensivo como aseguran sus responsables.